Déficit de atención e hiperactividad en niños, adolescentes y adultos
El T.D.A.H es un trastornos que cada vez con mayor frecuencia atiendo en mi despacho. La prevalencia de adultos que padecen T.D.AH cada vez es mayor y el diagnóstico precoz cada vez se hace más necesario, debido a los problemas sociales, familiares, laborales y personales que puede desencadenar este tipo de trastorno cuando no se pauta un tratamiento correcto.
La adecuando combinación farmacológica con la orientación psicológica puede revertir los síntomas de atención, hiperactividad e impulsividad y lograr con ello una mejor organización vital .
Algunos de los síntomas más frecuentes en el niño y adolescente:
Signos de falta de atención:
Fantasea y le cuesta mucho prestar atención.
Le cuesta mucho escuchar lo que le dicen.
Se distrae fácilmente de sus tareas y del juego.
Le cuesta seguir instrucciones.
Es desorganizado.
Pierde cosas importantes.
Se olvida de las cosas.
No quiere hacer actividades que exijan mucho esfuerzo mental.
Tiene problemas para entender la información rápidamente.
Signos de hiperactividad:
Generalmente está inquieto o se contorsiona, parece estar en constante movimiento.
Habla mucho.
Le cuesta participar en actividades tranquilas.
A menudo corre de un lado a otro y trepa en lugares inapropiados.
Signos de impulsividad:
Contesta antes de que terminen de hacerle una pregunta.
No tiene paciencia.
Tiene dificultad para esperar su turno o quedarse quieto en una una fila.
Actúa y habla sin pensar.
Se lanza a cruzar la calle sin mirar.
Interrumpe a otros.
Algunos de los síntomas más frecuentes en el adulto:
Actividad constante con horarios sobrecargados.
Incluso llegar a ser adictos al trabajo.
Problemas de atención y concentración.
Incapacidad para organizarse, iniciar y finalizar proyectos.
Problemas de gestión del tiempo.
Facilidad para olvidar las cosas.
Impulsividad (acabar relaciones de forma repentina, carecer de paciencia, durar poco en los trabajos, perder el control con facilidad y consumo de tóxicos).
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